http://www.estoeschile.cl/Recursos/documento/26.pdf
lunes, 12 de octubre de 2009
Ruta Patrimonial Derrotero de Atacama
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martes, 15 de septiembre de 2009
El Salvador
EL SALVADOR
Previo a esto, a principios de 1922 I. C. Greeninger, en ese entonces superintendente de la mina de Potrerillos le menciona al gerente general, don C. M. Kuchs, que los señores Gordon, Scheriff y otros habían realizados pedimentos cercanos al cerro Indio Muerto[1].
A mediados de 1942, Walter March, geólogo de
Todo estuvo quieto hasta que en 1950 Vincent Perry fue autorizado por la gerencia de Anaconda, para realizar nuevos estudios en el Cerro Indio Muerto y sus alrededores, bajo la dirección de John Blain y William Swayne. Perry reviso el mapeo realizado años atrás por Mulchay y Stephens y enfatizo a la gerencia en Nueva York, la posibilidad de un deposito oculto bajo una capa lixiviada y estéril, en las vecindades del Cerro Indio Muerto y que se extendería al oeste, abarcando Colina de Cobre y Quebrada Turquesa, además, recomienda un programa de exploración con Swayne a cargo de la investigación de los pedimentos, con el objetivo de limitar el yacimiento y continuar el mapeo realizado por Mulchay y Stephens. La exploración fue comenzada de inmediato, se prepararon planos y secciones detalladas, se recolectaron grupos de rocas representativos, las que fueron enviadas al laboratorio de investigaciones geológicas en Butte, para que Charles Meyer las analizara. El resultado de su análisis concluyo que Quebrada Turquesa era un blanco importante dado su alteración con abundante limonita, las vetillas y los sulfuros relictos visibles al microscopio.
Una vez que el acceso a Quebrada Turquesa estuvo completado, Swayne decidió hacer allí el quinto sondaje. La perforación comenzó el 6 de Noviembre de 1952, pero por orden de la gerencia en Nueva York, fue detenido en Diciembre del mismo año, ya que se dispuso que la maquina volviera a Campamento Antiguo, en donde se realizaron dos sondajes mas sin interceptar mineral con leyes económicamente rentables.
Luego de dos años, en abril de 1954, se retomo lo iniciado en Quebrada Turquesa, gracias a la perseverancia de Swayne y el apoyo de Perry, logrando éxito en su empresa, ya que el 14 de Julio de
A fines de 1956 ya se habían perforado alrededor de
La mina no estaba aun terminada para cuando comenzó la producción en 1959.
Vista aérea de la construcción de las casas en 1960. (Tomada de Garcés et al. 2007)
Se edificaron distintos tipos de viviendas, resultado de tres planes de desarrollo. Al plan de 1958 corresponden cuatro modelos de vivienda unifamiliar pareada, en dos pisos. Se construyeron 200 viviendas de 97 y
Posteriormente, en 1970, se procedió a la construcción del segundo grupo de viviendas, 144 casas unifamiliares pareadas de
[1] El origen de los nombres Quebrada Turquesa y Campamento Antiguo viene de los Incas, los que se supone que extraían turquesa desde la quebrada, construyendo algunos refugios donde se guarecían y almacenaban este mineral.
[2] Sin embargo en Campamento Antiguo existían vestigios de antiguas explotaciones mineras, mientras que en el padrón General de Minas de 1917, hay 22 propiedades mineras inscritas en el asiento Cerro Indio Muerto y hay datos que comprueban que para 1920 se estaban explotando minas de cobre en Campamento Antiguo.
miércoles, 15 de julio de 2009
Minería en Atacama - Segunda Parte
Periodo descubrimiento - conquista
Cuando Pedro de Valdivia tomo posesión del Valle de Copiapó, los indígenas se le acercaron con ofrendas, las que consistían en oro en polvo y una increíble cantidad de rocas verdes (llanca) y azules (con seguridad azurita y lazurita), que ellos confundieron con turquesa, por lo que denominaron al territorio como “sementera de turquesas”.
Al asentarse Hernando de Aguirre (hijo del conquistador Francisco de Aguirre) en la casa solariega de su padre, este continuo la explotación de los crestones que ya trabajaban los indios, eso si, con métodos y herramientas distintos, lo que era todo una novedad para los aborígenes, los que pasaron a constituir la mano de obra de estas minas, sin embargo, fueron poco a poco sucumbiendo al trabajo desconocido para ellos por lo que la industria no avanzo con rapidez. Para tal efecto, construyo un trapiche en la parte oriental del solar, en donde trataba minerales de oro, sin embargo, no era de gran capacidad. Por tales antecedentes, se considera a Hernando de Aguirre como el primer minero de Copiapó.
Cabe destacar en esta parte que
Ahora bien, debido a las condiciones fisiográficas de
Por otra parte, también existió una corta explotación de minerales industriales, específicamente de azufre, el cual era explotado en el Cerro del Azufre, en cuyos flancos se encuentran abundantes depósitos de esta sustancia, en relativo estado de pureza, por lo que su extracción se reducía a limpiarlo de tierra, bajándose los acopios a Caldera con rumbo al Callao. Esta empresa fue ejecutada por don Francisco Cisterna Villalobos hasta mediados del siglo XVIII, cuando se impuso un diezmo sobre el precio del quintal de azufre.
Pese a los antecedentes anteriores, la verdadera era del oro para Copiapó parte con el redescubrimiento, en 1707, en el paraje de Talinai, de numerosos picados y laboreos antiguos realizados por indígenas. Sabida la noticia en la villa, Jose Antonio de Cisternas envió a unos empleados suyos a explorar esos parajes, al volver, denunciaron la presencia de vetas cuajadas en oro en los faldeos del cerro San Lorenzo. Esto hizo que la población se vertiese a los cerros para descubrir sus propias minas. Dos esclavos negros que eran parte de la servidumbre del capitán Antonio Contador Ponce de León, descubrieron una rica veta, que se ubicaba sobre la “descubridora” el 29 de Octubre. Posteriormente, el 22 de Noviembre, don Mateo de Zopeña descubriría a cierta distancia de la anterior, una rica veta, a la cual se denomino “Las Benditas Animas”. Pese a esto, los descubrimientos continuaron y don Alejandro Pinto y Sotomayor reconoció las vetas Mercedes y Jesús Maria y José en el cerro de Santo Domingo, estas resultaron ser las mas rendidoras de todas las vetas descubiertas con anterioridad y posteriormente, y fue tal la popularidad de la ultima, que hasta nuestros días este distrito minero conserva los dos primeros nombre, Jesús Maria.
Se llegó a contabilizar hasta 28 vetas y mantos, sobre los cuales se erigieron 187 minas. Para 1789, la gran mayoría de las minas se encontraban totalmente paralizadas, esto debido al broceo, al la dureza de la roca encajante y a labores realizadas con poco “arte”, sin embargo, se mantuvieron algunas en funcionamiento después de esa fecha.
Esta primera etapa de la historia minera de Copiapó, si bien no ha sido la principal, logro posicionar a la ciudad como un destino exploratorio, los primeros habitantes deben sus pequeñas fortunas a este mineral, atrajo nuevos habitantes lo que aumento la actividad minera y agraria.
Minería en Atacama - Primera Parte
Periodo pre-descubrimiento
La historia de la minería en Atacama se remonta a tiempos anteriores a la llegada de los españoles a nuestro territorio. Los indígenas, debido a que se encontraban bajo el yugo del Imperio Inca, debían tributo a este, el cual era pagado una vez al año. Para tal efecto, los aborígenes recorrían las serranías, en busca de reventones de oro y cobre nativo, así como también de óxidos de cobre, crisocola y malaquita, a los cuales denominaban llanca (piedra verde en mapudungun) y cardenillo, respectivamente.
En la localidad de Viña del Cerro, uno de los principales reductos metalúrgicos, los aborígenes fundían los minerales en hornos de piedra y greda, a partir de los cuales realizaban adornos y utensilios.
Durante la empresa de Almagro a Chile, su caravana se encontró con un convoy que llevaba el tributo anual, este consistía en andas ricamente guarnecidas de tejos y barras de oro amarillo, que eran conducidos en hombros de una columna de indios y que tenían estampadas una marca que representaba la figura del inca. Pero en este cargamento, dos trozo de de oro nativo de gran tamaño despertaron la codicia de los españoles ya que uno pesaba
sábado, 16 de mayo de 2009
El Vino Copiapino
Letrero que se ubica en la calle Los Carrera y que nos da la bienvenida a la Viña Fajardo (Foto por Make Stanne)
La Viña Fajardo ofrece vino tinto y del otro, añejo, rose, chicha, a precios muy buenos (vease la foto inferior). Recuerde llevar su propio envase, sino, alli le pasan uno, pero cobran por el.
Pueden revisar un video realizado por el programa Conectados de TVN en el siguiente link http://www.youtube.com/watch?v=psVNsuWAkK4